Como ya hemos hablado en otras ocasiones, dentro de lo que
denominamos cinemugre nos podemos encontrar diversos subgéneros. Sin embargo todas las películas tienen un punto en
común: La estupidez de sus protagonistas.
Todo el mundo ha
visto alguna vez en su vida por lo menos una película mugrienta y seguro que, en algún momento de su visionado, habrá pensado que la toma de decisiones
de sus protagonistas o las acciones que realizan no siempre son las más
acertadas.
Pero, parándose a
pensar durante unos segundos, ¿qué sería del cinemugre sin que sus
protagonistas fueran unos completos inútiles?
Imaginad, por
poner un ejemplo, que estamos viendo la típica película slasher y los
protagonistas en lugar de separarse, como suelen hacer, deciden ir juntos.
Tendríamos dos
opciones:
1. El asesino es
una auténtica máquina de matar y acaba con todos en tres minutos
2. Los
protagonistas le dan al asesino la paliza de su vida.
Con esto
pondríamos fin a la historia y las opciones para alargar la película serían
peligrosas ya que si se opta por el segundo punto podríamos acabar viendo como una
película slasher acaba convirtiéndose en una de juicios digna de la sobremesa
de un fin de semana cualquiera.
¿A qué conclusión
llegamos entonces? Los protagonistas del cinemugre son estúpidos por el bien
del espectador. Es un requisito necesario para disfrutar de un buen
espectáculo.
Además, gracias a
este requisito, podemos soltar alguna carcajada que otra o realizar algún comentario
ingenioso durante el visionado.
Por todo ello, larga
vida a la estupidez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario